Dejo también de entrada siguiente premisa “entre marido y mujer nadie se debe meter”.

He sabido de muchos casos de hombres mayores que viven solos o con algún familiar, porque en su vida no concretaron ninguna relación estable, también he visto los que tuvieron muchos hogares, engendraron hijos en cada uno de ellos, las distintas esposas sabían cada una de la vida de la otra, y luego ellos murieron como “verdaderos machos” y son el orgullo de todos sus hijos, quienes cada año se reúnen, con franelas timbradas con la foto del peculiar padre, celebran el patrimonio cultural recibido y repiten el ejemplo con endiosamiento del adalid, y siembran el estandarte con el apellido famoso.
Digamos que este paseo en la máquina del tiempo, es una aproximación al futuro de cada uno y que dependiendo de la vida que se den en el presente, podrán gozar después una vida agradable y en compañía amigable o la soledad obligatoria cuando no han podido cristalizar una unión perdurable. Por supuesto, que también están los casos donde la soledad es procurada con ahínco por el individuo, que con su proceder inaguantable, no consigue quien acepte sus mañas y viva con él; están aquellos que sufrieron la pérdida física del compañero, o aquel que así lo decidió al considerar que está mejor consigo mismo que con terceros. “De todo hay en la Viña del señor”.


Por todo lo anterior me atrevo a dejarle los siguientes consejos:
- Si usted tiene una pareja estable, con hijos, se siente bien con ella, comparten películas, música, aficiones, se divierten y han superado malos momentos, no cometa la tontería de tener una aventura.
- Si usted tuvo una aventura y su pareja le perdonó y está tratando de recuperar la estabilidad, que en un momento tuvo, no cometa la tontería de caer de nuevo en otra aventura.
- Si usted tiene una pareja y se dio cuenta de que no se aman, no pasan buenos momentos juntos, son más las desavenencias que los acuerdos, no disfrutan ni siquiera una buena película juntos, dígaselo y resuelvan la situación de manera amigable. No cometa la tontería de tener una aventura para provocar el rompimiento.
- Si usted es amiga de una pareja y ve a alguno de ellos con otra persona en actitud comprometedora, no cometa la tontería de ir con el chisme al contrario, déjelos que ellos resuelvan su problema, porque recuerde: “entre marido y mujer nadie se debe meter”.
- Si su amiga le pide que la acompañe porque le han avisado que su compañero está con otra en equis sitio, no cometa la tontería de avivar la rabia, invítela mejor a recapacitar y a esperar, antes de hacer el ridículo. Esas escenas son muy feas e innecesarias.
- No inmiscuya a sus hijos en este tipo de inconvenientes, resuelvan sus problemas sin que estos se enteren de algo para lo cual no tienen la madurez necesaria para afrontarlo, y que seguramente ustedes como adultos solucionarán en algún momento, pero ellos quedarán con la imagen distorsionada de alguno de los dos.
Que la lealtad esté siempre en tu vida, tu comentario es valioso para mí.
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